Pues sí, en cuestiones digitales también existe una brecha –aunque menguante- entre mujeres y hombres: tan sólo un 2% de las mujeres trabajadoras en España están ocupadas en el sector TIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación), por un 5,7% de hombres. Según Almudena Ruiz Iniesta, coordinadora académica del Máster en Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), esto se debe a que “seguimos viviendo en una sociedad que se ve reflejada en los roles de género y los estereotipos. Las mujeres seguimos participando menos en el trabajo activo”.
Sin embargo todo no son malas noticias. Y es que la brecha, aunque existente, se va reduciendo. Según datos recogidos por el Instituto de la Mujer en el informe “Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos” y “Las mujeres en la economía digital española: Trayectorias inspiradoras” la brecha digital entre hombres y mujeres se ha reducido. Desde 2.008 hasta ahora ha pasado de de 8,1 a 1 punto porcentual. Pese a todo ello, siguen existiendo desigualdades. Por ejemplo, las mujeres se mantienen en una posición desfavorable en tanto al uso de Internet y competencias digitales. Además, por lo que se refiere a competencias avanzadas, como programación, se observa una diferencia mayor, de 6,8 puntos –hay que tener en cuenta la media a nivel de la UE es de 8 puntos-.
La brecha digital entre hombres y mujeres se hace especialmente patente en tres campos:
- Acceso a la tecnología
- Uso de la tecnología
- de los servicios TIC más avanzados.
Mejor en el norte que en el sur
España en este tema no es diferent. El patrón de comportamiento digital encaja en la brecha digital europea, donde las diferencias son más visibles y amplias en el norte que en el sur. Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, mientras que en Escandinavia se dan, por ejemplo, las tasas más altas de penetración de Internet, en España, Italia y Portugal el nivel de uso de la Red es significativamente más bajo.
En opinión de Almudena nada de lo que reflejan estos datos es casual. El porqué la mujer no participa más en temas y estudios relacionados con la tecnología hunde sus raíces en las primeras etapas de desarrollo de las niñas “Desde pequeñas se va perdiendo el interés o más bien, se guarda en el subconsciente la idea de que eso es demasiado difícil para nosotras. Cuando se piensa en Inteligencia artificial, Big Data, machine learning, vienen a la cabeza robots, números, problemas difíciles y en seguida lo primero que piensa es: yo no puedo con eso”.
Es verdad que el uso de la tecnología, hoy en día, forma parte de la cotidianeidad de hombres y mujeres. Sin embargo, ese mismo uso va a venir determinado por las posibilidades de acceso y las capacidades de aprovechamiento desarrolladas por cada individuo. Es aquí donde entran en juego, según los investigadores, los problemas de conocimiento y experiencia con estas tecnologías.
La digitalización de los trabajos
La brecha digital afecta a la vida cotidiana de muchas mujeres y, también, su acceso al empleo. Como se señalaba al comienzo del texto, tan sólo el 2% de las mujeres ocupadas lo están en el sector TIC, frente al 5,7% de los hombres. A esto hay que sumar una marcada brecha salarial, con mujeres cobrando, de media, un 8,9% menos que sus pares masculinos.
Para Almudena, las mujeres necesitan profundizar en el conocimiento de las competencias digitales relativas a la información y los datos. Si quieren profundizar su presencia en el campo del empleo digital tienen que mejorar su formación en tareas como buscar información, datos, filtrar, analizar, evaluarlos, ser capaz de identificar problemas técnicos y resolverlos”. De igual manera, las competencias blandas han sido reconocidas por su papel clave, en las que las mujeres han despuntado tradicionalmente. Se trata de competencias complementarias a las competencias digitales y estratégicas para el acceso y desarrollo profesional en el mercado laboral del futuro.
Medidas a tomar por parte de la Administración para rebajar la brecha digital
A través de la mejora de los planes de estudios, las diferentes administraciones tienen la obligación de desarrollar medidas capaces de desarrollar medidas para reorientar la trayectoria profesional de los puestos digitales o integrar la perspectiva de género en todo el sistema I+D+i relacionado con el diseño y producción de nuevos avances tecnológicos.
En definitiva, parece fundamental quitar de la cabeza de muchas mujeres que formarse en tecnología es una tarea demasiado complicada y difícil para su género. Para ello resulta fundamental, desde el sistema educativo, incrementar los niveles de alfabetización digital, visibilizando el rol que, a día de hoy, muchas mujeres ya juegan en el campo de las TIC.
Fuentes del artículo:
https://www.unir.net/educacion/revista/dia-internacional-de-la-mujer-y-la-nina-en-la-ciencia-2021/